lunes, 26 de agosto de 2013

HABLEMOS DEL HIPOTIROIDISMO

HIPOTIROIDISMO    (Y ESO, ¿Qué ES?)


Recientemente he visto varios pacientes en el consultorio que han llegado por el mismo padecimiento: Hipotiroidismo. Y veo que hay gran desinformación alrededor de este padecimiento, por lo que decidí hacer la cápsula de salud de esta semana en relación con esta enfermedad.

Tenemos que empezar por comentar que el hipotiroidismo es un padecimiento donde disfunciona la glándula tiroides y se reduce de forma significativa la producción de hormonas tiroideas.

La tiroides

La glándula tiroides es una glándula endócrina (produce hormonas) que tiene la forma de una mariposa y que se localiza normalmente en la parte anterior baja del cuello.

Esta glándula tiene un papel muy importante en el funcionamiento de nuestro cuerpo, ya que es la glándula que regula el metabolismo. Su trabajo es producir hormonas tiroideas, las cuales se secretan hacia la sangre y se llevan a todos los tejidos y órganos del cuerpo. Las hormonas tiroideas sirven para regular cómo el cuerpo utiliza la energía a través del consumo de oxígeno y nutrientes; cómo se genera calor para mantener la temperatura del cuerpo; cómo se metabolizan las proteínas, grasas y carbohidratos, además de ser necesarias para mantener a los órganos (cerebro, corazón, músculos, entre muchos otros) funcionando de la forma adecuada. Estas hormonas son necesarias para un adecuado desarrollo de los bebés dentro del vientre de su madre y para un crecimiento normal en la etapa infantil.

Las hormonas tiroideas se llaman “tiroxina” (T4) y “triyodotironina” (T3), e influyen en casi cualquier proceso celular que se desarrolla en nuestro cuerpo. La T4 tiene 4 átomos de yodo, mientras que la T3 tiene uno menos.

La glándula tiroides libera solamente T4, pero al llegar ésta al hígado, cerebro u otros tejidos donde hacen su efecto sufre una biotransformación que hace que se pierda un átomo de yodo y se convierte en T3.
Los átomos de yodo se representan por los círculos verdes. La tiroxina tiene 4 átomos de yodo, mientras que la triyodotironina solamente tiene 3. 

La cantidad de T4 que libera la tiroides está controlada por otra glándula (hipófisis, que se halla en la base del cráneo) a través de otra hormona, que es la TSH. La TSH es la hormona estimulante de la tiroides, y su producción depende de cuánta T4 detectan los “receptores” de TSH en la hipófisis. A mayor nivel de TSH se produce menos T4, y viceversa.


Este funcionamiento de la TSH y de la T4 es muy parecido al modo en que funciona un calentador de agua (“boiler”). El boiler tiene una temperatura a la que conserva el agua. Si el agua se enfría, el boiler se enciende. En cuanto detecta que ya alcanzó la temperatura que debería tener el agua, automáticamente se apaga. Bueno, en la hipófisis hay receptores que miden la cantidad de T4. Si hay menos de la que debería tener el cuerpo se activa la liberación de TSH. La TSH hace que la tiroides libere T4. Al subir los niveles de T4 en sangre y llegar al nivel que deberían tener, los receptores de la hipófisis detienen la liberación de TSH. Así se mantienen estables los niveles de hormonas tiroideas.

En el hipotiroidismo hay una disminución en la cantidad de T4 liberada a la sangre, y por lo tanto el cuerpo vive permanentemente con niveles altos de TSH que intentan estimular la producción de más T4.

Pero en el hipotiroidismo esta producción de T4 no ocurre. Y al faltarle hormonas tiroideas al cuerpo se manifiestan cambios en el metabolismo y función de las células y órganos del cuerpo.

¿Cómo se puede manifestar el hipotiroidismo?

Pueden aparecer una o varias de las siguientes manifestaciones:
  • Cansancio extremo, falta de motivación, falta de energía
  • Pérdida de la memoria, o facilidad para olvidar cosas
  • Cambios en estado de ánimo, estados parecidos a depresión
  • Ganancia de peso sin una causa aparente
  • Sueño irregular, insomnio
  • Uñas debilitadas, frágiles
  • Dolor de articulaciones o dolor muscular sin una causa evidente
  • Cabello opaco y quebradizo
  • Caída o adelgazamiento del cabello o del vello corporal
  • Estreñimiento
  • Intolerancia al frío, tener frío constantemente
  • Hinchazón de los párpados, de la cara o de piernas
  • Lentitud marcada para hacer las cosas
  • Comezón, piel reseca
  • Cambios e irregularidades en el ciclo menstrual

 ¿Cómo puedo saber si padezco hipotiroidismo?

Si sospechas que puedes tener hipotiroidismo debes acudir con tu médico internista para que te valore, y decida si se amerita realizar estudios. Los estudios más frecuentemente realizados son la medición en sangre de las hormonas TSH, T4 libre y T3 libre. En base a estos estudios (y a veces a otros más) tu médico podrá saber si padeces hipotiroidismo, o bien, buscar otra causa que esté generando tus síntomas.


Pero, si padezco hipotiroidismo, ¿Cómo se controla?

Para controlar la enfermedad el organismo necesita hormona tiroidea sintética para completar la cantidad de T4 que la tiroides no es capaz de producir. Esto se hace tomándola en forma de tabletas por la mañana. Es muy importante que la hormona tiroidea se tome siempre EN AYUNO, con un poco de agua, y al menos 30-60 minutos antes de ingerir cualquier alimento o bebida.

¿Tendría que tomar hormonas tiroideas de por vida?

No siempre. Depende de la razón que haya causado el hipotiroidismo. Algunas veces, la causa es reversible. En otras no, y se requiere tomar tratamiento de por vida. Tu médico podrá orientarte y juntos podrán decidir por cuánto tiempo se requiere tomar el tratamiento.


EN RESUMEN...

  • El hipotiroidismo es una enfermedad donde la glándula tiroides no libera suficiente tiroxina (T4).
  • Como esta hormona es necesaria para regular el metabolismo del cuerpo, se presentan síntomas por la falta de la misma. 
  • En caso de sospecha de tener hipotiroidismo deberemos buscar ayuda y evaluación médica. 
  • El médico podrá pedir estudios y en base a ellos decidir el mejor tratamiento.


En caso de duda... ¡Consulte a su internista!

lunes, 19 de agosto de 2013

ENTENDIENDO A LA FIEBRE

LA FIEBRE: ¿AMIGA O ENEMIGA?

 

El cuerpo humano es una máquina maravillosa: está configurado para mantener su temperatura en un rango estable en la mayoría de las situaciones. Aunque haga mucho calor o mucho frío en el ambiente externo, el cuerpo hace lo que sea necesario para mantener una temperatura corporal (en el ambiente "interno") entre 36.0 y 37.4°C. Este rango de temperaturas corporales se da porque hay varias situaciones que la afectan, por ejemplo, la hora del día, la actividad física que hagamos, y hasta el ciclo menstrual afecta la temperatura corporal.

Todos conocemos la fiebre: la hemos conocido en carne propia, la hemos vivido, y la vemos regresar de cuando en cuando en nosotros mismos, nuestra pareja o nuestros hijos o hijas.

Todos asociamos la fiebre con infecciones. Pero no solo ocurre en presencia de ellas. A veces hay infecciones sin fiebre. Hay quien dice que es mala: todos hemos oído que en los niños "causa convulsiones", o que "causa daño cerebral" si no la controlamos. Todos hemos tomado medicamentos para controlar la fiebre, pero ¿cuántos sabemos realmente qué es la fiebre, para qué sirve, y cuando llega a ser una urgencia que amerita consultar al médico?

Hablemos de... 
LA FIEBRE                                                                                     

Antes que nada tenemos que explicar que el control de la temperatura corporal está localizada en el "termostato" del cuerpo, que es el HIPOTALAMO. 

El hipotálamo es una zona del cerebro que controla varias funciones, entre ellas la temperatura corporal. Esta zona responde al "detectar" la presencia de mayores o menores cantidades de sustancias químicas (llamadas "citocinas") que llegan al hipotálamo transportadas en la sangre. 

La fiebre es una respuesta del cuerpo a la presencia de citocinas que se liberan cuando el sistema de defensa del cuerpo detecta la presencia de BACTERIAS o SUSTANCIAS AJENAS al cuerpo.
Por lo tanto la fiebre es una respuesta NORMAL del cuerpo a la presencia de estas sustancias extrañas, como las bacterias y los virus. El cuerpo reconoce como ajenas a esas sustancias, y para deshacerse de ellas algunos glóbulos blancos liberan citocinas que llaman a más glóbulos blancos al ataque, y que además "elevan el termostato" del cuerpo para generar fiebre. 

¿Y cómo ayuda la fiebre a este fin?
Las bacterias y los virus son mucho más frágiles que nosotros. Muchas de ellas no "funcionan bien" o se mueren si están sometidas a temperaturas más altas que las habituales del cuerpo humano, y por el contrario, nuestros glóbulos blancos son más eficaces y letales a temperaturas ligeramente mayores a las normales. Digámoslo así: la fiebre "atonta" al ejército de bacterias enemigas, mientras "hace más fuerte" a nuestro ejército defensor de glóbulos blancos. Así podemos hacer mejor frente a las infecciones. 


Imagen de microscopio que muestra un glóbulo blanco (abajo a la derecha, de color azul claro) 
mientras ataca un grupo de bacterias (color verde)

La fiebre es un mecanismo desarrollado y evolucionado a lo largo de miles de años, y que nos ha permitido sobrevivir como especie. No todos los seres vivos montan fiebre, los humanos sí. Es -para nosotros- un mecanismo "BUENO", protector, defensor, que actúa a nuestro favor.

¿Entonces no es malo tener fiebre?
Habitualmente NO. Lo que debe hacer el médico es hallar LA CAUSA de que se esté desarrollando fiebre, y resolverla. La fiebre nunca es una causa en sí misma, siempre es la consecuencia de algo más. Por ello, la presencia de fiebre en niños menores de 3 meses (que tienen el sistema inmune muy inmaduro) o la persistencia de fiebre por más de 3 días debe llevar siempre a valoración por un médico para identificar la causa de la fiebre. 

Pero entonces, ¿no se daña el cerebro con la fiebre?
No. Se requieren temperaturas realmente altas (más de 42°C) que no suelen alcanzarse como respuesta a infecciones. Estas temperaturas se alcanzan  al exponer a una persona a temperaturas ambientales muy elevadas, o por otro tipo de enfermedades, como el golpe de de calor o el agotamiento por calor.

¿Cuando debo hacer algo para bajar la fiebre? ¿Cómo bajo la fiebre?
Primero que nada, nunca cuando el enfermo está con escalofrío intenso. En ese momento el hipotálamo (el "termostato" del cuerpo) está intentando llegar a una temperatura corporal mayor que la actual, la cual ya ha sido definida y el escalofrío es una forma para lograr esa temperatura "meta". El cuerpo va a llegar a la temperatura meta, le tome el tiempo que sea, por lo que tratar de "cortar" la fiebre en el momento del escalofrío solo va a prolongar el periodo de malestar sin evitar la aparición de la fiebre. Igualmente, quitar las cobijas, retirar la ropa, bañar en agua tibia o colocar compresas en la frente, cabeza o axilas ANTES de que deje de temblar solo va a prolongar el periodo de escalofrío sin evitar que aparezca la fiebre.
Se recomienda que la fiebre primero se maneje con alguno(s) de los métodos antes descritos (quitar las cobijas, retirar la ropa, bañar en agua tibia o fresca, colocar compresas húmedas en la frente, cabeza o axilas). El uso de medicamentos no siempre se requiere, será a juicio de su médico.

¿Entonces cuando debo hacer algo para controlar la fiebre?
Los mecanismos para generar y retener calor (sentir mucho frío, los escalofríos, la piel "chinita", etc.) se van a mantener hasta que el cuerpo haya alcanzado la temperatura que el hipotálamo espera alcanzar. En ese momento el cuerpo deja de temblar, empieza a sudar y empieza a sentir calor

Por lo tanto, hay que mantener a la persona arropada con cobijas y ropa mientras esté con escalofrío. Cuando deja de temblar es el momento para quitar las cobijas, retirar la ropa, bañar en agua tibia o colocar compresas húmedas en la frente, cabeza o axilas, así como usar medicamentos (de acuerdo a la prescripción de su médico).

Y si mi médico decide no tratar la fiebre con medicamentos, ¿cómo podemos ayudar a sentirnos mejor más pronto?
Deberá siempre procurarse una hidratación adecuada, tomar muchos líquidos. Hay que recordar que en la fiebre el cuerpo pierde más líquidos que al tener una temperatura normal, por lo que hidratar bien al enfermo es muy necesario.

¿Qué pasa con las convulsiones por fiebre?
Las convulsiones febriles son raras, aparecen entre el 2 y el 6% de los niños. Por sí solas no causan daño cerebral, pero a veces las convulsiones en fiebre son debidas a infecciones en el sistema nervioso central, como las meningitis o encefalitis, por lo que todo niño que convulsiona por primera vez requiere ser evaluado por su médico pediatra. Los adultos esencialmente NO convulsionan por fiebre, por lo que si un adulto que no tiene historia de convulsiones lo hace al presentar fiebre, deberá llevarse a la sala de urgencias de un hospital para ser evaluado. 

¿Donde debo medir la temperatura para saber si tengo fiebre?
Diferentes áreas, incluso diferentes órganos del cuerpo tienen temperaturas distintas. En cada lugar donde habitualmente medimos la temperatura hay niveles de corte distintos para considerar que alguien tiene fiebre. 

TENGO FIEBRE SI ALCANZO:
  • Termómetro rectal, oído o de arteria temporal: 38.0°C o más
  • Termómetro oral o de chupón: 37.8°C o más
  • Termómetro de axila (bajo el brazo): 37.4°C o más


Empezando el tratamiento con antibióticos, ¿debería cortarse la fiebre?
No. Los antibióticos son medicamentos, NO son "varitas mágicas" que hagan desaparecer la infección y las citocinas de la noche a la mañana. Hay un proceso para el control de la infección, que puede tomar entre 2-7 días, y durante el cual el enfermo sigue teniendo fiebre. La respuesta esperada ante el control adecuado de la infección sería SEGUIR TENIENDO PICOS DE FIEBRE, pero cada vez menos, y con temperaturas máximas cada vez menores, hasta su control. 

En caso de fiebre, ¿Cuándo debo ir a consultar al doctor?
Cuando presento dos o más picos de fiebre en 24-48 horas, y se cumple con alguna de los siguientes situaciones:
  • Fiebre mayor de 40°C, en cualquier grupo de edad
  • Fiebre que dura más de 3 días sin mejorar, en cualquier edad
  • Fiebre en cualquier bebé menor de 3 meses de vida
  • Fiebre en pacientes trasplantados, diabéticos, o con deficiencia en su sistema de defensas ("inmunocomprometidos" o "inmunosuprimidos")

EN RESUMEN...
La fiebre es un mecanismo protector.
No solo tratar la fiebre sino siempre buscar la causa que la origina.
No es tan mala como la pintan. Pero hay situaciones por las cuales deberemos buscar ayuda y evaluación médica.

En caso de duda... ¡Consulte a su internista!

viernes, 16 de agosto de 2013

AHORA, TODOS LOS LUNES...

TEMAS NUEVOS CADA SEMANA, todos los lunes 


A partir del lunes 19 de Agosto del 2013 presentaremos temas nuevos cada lunes. 

El primer tema será el tema pendiente desde hace un mes: LA FIEBRE

El siguiente lunes (26 de Agosto) hablaremos del HIPOTIROIDISMO

Si desean que se hable de algún tema en específico o de alguna enfermedad, no duden en contactarme.

Les pido que envíen mensaje a través de este blog, o bien, a través de FB: 
https://www.facebook.com/DrEverFernandez

Estaré encantado de poder ayudarles.

Saludos cordiales.

jueves, 4 de julio de 2013

LLEGO EL VERANO: EVITA LAS QUEMADURAS SOLARES

QUEMADURAS SOLARES

 

Una quemadura es el daño de la piel y los tejidos a partir de una fuente de energía que deshidrata y daña rápidamente el tejido.

Por sus causas las quemaduras pueden ser:
  • Químicas
    • Por ácidos
    • Por bases
  • Eléctricas
  • Por radiación
    • Radiación solar, por ejemplo
  • Térmicas
    • Por calor
    • Por frío

Hablemos de las quemaduras solares:
Este tipo de lesiones es muy común, sobre todo en el verano, cuando las personas y las familias aprovechan sus vacaciones y tienen una mayor cantidad de actividades al aire libre, con exposición solar. Las quemaduras solares las asociamos casi siempre con ir a la playa, pero también ocurren al estar mucho tiempo bajo el sol, pero su aparición dependen de múltiples factores como el tipo de piel, el clima y la duración y hora de exposición.

Todos conocemos casos de gente que se expone al sol y no se quema: se broncea. Mientras que hay otros que con exposiciones breves terminan rojos (como camarones, suele decirse) y con mucho ardor.

Hemos de aclarar (en defensa del sol) que la luz del sol no es la culpable: Una quemadura solar aparece al exponer nuestra piel a la radiación ultravioleta, no a la luz visible. Por esto, las quemaduras solares también pueden ocurrir si una persona dura mucho tiempo bajo lámparas de luz ultravioleta (como las camas de bronceado).

SEVERIDAD DE LAS QUEMADURAS
Las quemaduras se clasifican (según su profundidad) en quemaduras de primero, segundo y tercer grado. Las quemaduras solares habituales son de primer grado, donde solamente se enrojece la piel y duele (mucho) al contacto. Pero habitualmente no se requiere que el médico las revise, y habitualmente curan solas en el transcurso de 7 a 10 días. No suelen infectarse porque la piel, aunque dañada, no está rota.


Las quemaduras de segundo grado son aquellas en las que ya aparecen AMPOLLAS, y representan un grado mayor de daño. Estas son lesiones que, si aparecen por una quemadura solar, vale la pena que un médico las revise. Las ampollas NO hay que reventarlas. Y en algunas ocasiones pueden infectarse.

¿CUAL ES SU TRATAMIENTO? 


En una quemadura solar hay muchas historias y anécdotas (de las abuelitas) de qué remedios podemos usar, pero las recomendaciones con sustento médico para el manejo de estas quemaduras son:

  1. A la primer señal de quemadura (ardor, dolor, enrojecimiento) hay que retirarse de la exposición al sol.
  2. Aplique una compresa o toalla húmeda y fresca en el área quemada.
  3. NO tome antibióticos ni se unte cremas con antibióticos a no ser que su médico se los prescriba.
  4. Busque evaluación por un médico si hay áreas extensas con ampollas. NO reviente las ampollas. Sirven para proteger a las capas de la piel de infecciones.

¿QUE PODEMOS HACER PARA EVITAR QUEMADURAS SOLARES? 

Para evitar una quemadura solar se recomienda:
  • Evitar la exposición directa al sol por periodos prolongados
  • Utilizar ropa protectora
  • Preferiblemente planear las actividades al aire libre en la mañana o en la tarde, cuando el sol no se halla en lo más alto del cielo, que son las horas de mayor intensidad de radiación ultravioleta.
  • Utilizar un bloqueador solar, con factor de protección al menos igual o mayor a 15 FPS. Debe filtrar los rayos UVA y UVB. Aplicar el bloqueador frecuentemente, en especial si se ha entrado a nadar.
Esperamos que disfruten sus vacaciones, con seguridad y evitando lesiones como las quemaduras solares.


miércoles, 26 de junio de 2013

MITOS Y REALIDADES DE LAS TRANSFUSIONES SANGUINEAS

MITOS Y REALIDADES DE LA TRANSFUSION SANGUINEA 

La sangre es vital para el sostenimiento de la vida. Muchas situaciones pueden hacer necesario que una persona reciba una o más transfusiones de productos sanguíneos, en ocasiones salvando su vida. 

Pero las transfusiones sanguíneas están rodeadas de muchos mitos e ideas falsas, por lo que trataremos de disipar algunos de éstas.


Para empezar, tenemos que mencionar que una persona adulta tiene en promedio entre 4 y 6 litros de sangre, la cual está compuesta por cuatro elementos principalmente: Los glóbulos rojos (que se encargan del transporte de oxígeno), los glóbulos blancos (células de defensa), las plaquetas (fragmentos de células que ayudan a la coagulación) y el plasma (el líquido en el que nadan todas las células sanguíneas, y que transporta otros nutrientes diluidos). 


Aunque habitualmente la gente se refiere a "transfundir sangre" como si fuera una sola cosa, la verdad es que desde hace muchos años es extraordinariamente inusual que se transfunda sangre con todos sus componentes ("sangre total"). Lo común es que se transfundan solo componentes específicos, por ejemplo, plasma, plaquetas o glóbulos rojos. 



Cuando una persona dona sangre de forma altruista habitualmente se le extraen entre 300 y 500 mL de sangre (entre 5% y 10% de su sangre total), por lo que hacerlo suele ser seguro para el donador. Habitualmente un donador debe tener más de 18 años (pero menos de 65), ser sano, con un peso corporal de 50 Kg. o mayor, las mujeres no deben estar embarazadas y que no hayan donado sangre en los últimos 3 meses. Hay algunas restricciones para donar sangre, pero habitualmente no pueden hacerlo los diabéticos, los hipertensos mal controlados, aquellos que tengan historia de situaciones que aumenten el riesgo de contraer enfermedades de transmisión sexual o que hayan usado drogas. 

Si una persona está enferma (por ejemplo, gripa, o diarrea) no podrá donar sino hasta 7-10 días después del cuadro infeccioso. Lo mismo aplica para personas tomando antibióticos, no por el medicamento, sino por la infección que motivó que los tomaran. 

La sangre se clasifica en cuatro grupos sanguíneos principales (porque hay muchos tipos secundarios) y se clasifican también de acuerdo con el factor Rhogam (Rh). Nuestro tipo de sangre es determinado genéticamente. Cada uno de nuestros padres nos trasmite información genética que hace que nuestra sangre sea de un tipo específico, de acuerdo con sus grupos sanguíneos. 


Dicho de forma simple, los glóbulos rojos tienen en su superficie sustancias ("antígenos") de acuerdo con nuestro grupo sanguíneo. Los que tienen sangre tipo A, tienen antígenos A; los que tienen sangre tipo B, tienen antígenos B; los de sangre AB tienen ambos antígenos, y los que son de sangre O no tienen ninguno de estos antígenos. Igualmente el Rhogam (Rh) es la presencia o ausencia de este antígeno. 

Debido a esto, a la presencia o ausencia de estos antígenos, nosotros podemos donar o recibir sangre solo de tipos y grupos específicos. 

Es importante mencionar que las donaciones sanguíneas y los productos hemáticos que se obtienen de ellas tienen una duración ("caducidad") determinada, que va de solo SIETE días para el caso de las plaquetas, y hasta 42 días como máximo en el caso de los paquetes globulares (glóbulos rojos), por lo que es esencial desarrollar y mantener una cultura de donación sanguínea.

No existe un reemplazo aún para la sangre. No hay productos no-derivados de la sangre que tengan capacidad de transporte de oxígeno al nivel de los glóbulos rojos. La sangre es vital para mantener la vida, aún en estos tiempos "modernos". 

miércoles, 15 de mayo de 2013

COMO LEER LAS ETIQUETAS NUTRICIONALES

CÓMO LEER LAS ETIQUETAS NUTRICIONALES DE LOS ALIMENTOS (industrializados)

Cuando queremos cuidar nuestra alimentación, las nutriólogas o los médicos nos dicen, por ejemplo, "reduzca el sodio de su dieta", o "evite carbohidratos simples", o "No consumir más de 1800 calorías al día, para lograr bajar de peso".

Bueno, pero , ¿y de donde voy a saber yo cuanto sodio tiene un alimento, o cuantas calorías me estoy comiendo con cada galleta?

Pues esa información viene en un pequeño pedazo de la etiqueta comercial del producto, que es la etiqueta de información nutricional. En los productos importados de EEUU o Canadá viene como “nutrition facts”.



¿Cuales son los pasos que debo seguir para leer las etiquetas?
Hagámoslo simple. Usando la etiqueta del ejemplo previo (que muy posiblemente pudiera ser de una bolsita de cacahuates o un producto similar) aprenderemos a leer esta información.


PRIMER PASO
El primer paso es saber cual es el tamaño de la porción, y cuantas hay en el paquete. Por ejemplo, podemos ver que cada porción es de 114 gramos. y que el envase contiene CUATRO.
Es muy habitual pensar que un paquete "pequeño" debiera contener una porción. Por ejemplo, una botella con jugo de frutas o un  paquetito "individual" de galletas debería contener solo una porción, ¿cierto?
Pues no siempre... Algunos paquetitos "individuales" de galletas contienen 3 o 4 porciones, o hasta más. A veces la porción nutricional es ¡una galleta!


SEGUNDO PASO
Hay que ver cuantas calorías tiene cada porción del alimento. 
Lo más común es emplear las calorías (Kcal) al calcular una dieta. Las dietas de 2000 calorías se toman como "estándar" para los cálculos, pero no todos requieren esa cantidad. Algunas personas ocupan más calorías por día, otros ocupan menos.
En la etiqueta del ejemplo se menciona que cada porción da 160 KCal de las cuales 120 son calorías provenientes de grasa. Pero sabemos que el paquete del ejemplo tiene 4 porciones por paquete, así que si me comiera todo el paquete estaría ingiriendo 640 calorías SOLAMENTE de ese paquete. 

Si estuviera tratando de llevar una dieta de 1800 KCal por día, comerme todo el contenido del paquete  representaría haber comido el 35% de todo el contenido calórico que debería buscar comer ese día.

Cuatro porciones de este alimento equivalen a 640 calorías, 35% del total de una dieta de 1800 KCal

Es fácil entender por qué terminamos comiendo dietas de 3000 o más calorías diarias... 
Ni siquiera nos preocupamos por saber cuantas calorías necesitamos y cuantas calorías estamos consumiendo al día. Y muchas veces sobrepasamos (con mucho) lo que puedo quemar en el día...


TERCER PASO
Son los números relacionados con los nutrientes contenidos en cada porción. 
Aquí es donde puedo evaluar si mi ingesta de fibra, vitaminas, minerales y macronutrientes (carbohidratos, grasas y proteínas) es adecuada, o está mal balanceada. 

Por ejemplo, cada porción del paquete (del ejemplo) me aporta 5 gramos de proteínas. Pero también me aporta 13 gramos de grasa, y de ellos 5 gramos son grasas saturadas (que no son buenas ya que van causando daño al sistema circulatorio). 

Con cada porción del ejemplo ingiero 660 miligramos de sodio, que representan el 28% del total diario. (Si me como el paquete entero habré ingerido 2,640 miligramos de sodio, que es 112% de la cantidad diaria recomendada). 
Revisar y limitar el sodio es muy importante para los que sufren hipertensión, entre otras enfermedades. 

Cada porción proporciona 660 miligramos de sodio (28%), pero apenas da un 2% de la vitamina C y 4% de la vitamina A que necesitaría en un día. Un alimento con muchas calorías y pocos nutrientes es, por definición, un alimento "vacío", también conocido como alimento "chatarra"

Sería sano consumir alimentos que incluyan al menos 1 gramo de fibra como mínimo. La meta es consumir de 20 a 35 gramos de fibra por día, y eso además de mantener un movimiento intestinal adecuado y evitar estreñimiento, ayuda para reducir la absorción de las grasas ingeridas, algo muy importante para los que necesitan o quieren cuidar este aspecto.

Compare el número total de gramos (g) de azúcares al número de carbohidratos totales. A menos que este alimento tenga azúcar natural, como en el caso de las frutas o la leche, los azúcares son agregados. Por ejemplo, en el caso de la etiqueta que estamos analizando la cantidad de azúcares es de 5 gramos, pero los carbohidratos totales que uno ingiere por porción son 31. Hay 26 gramos de azúcares agregados. Este punto es de gran importancia para los diabéticos. 



FINALMENTE...
Su nutriólog@ o su médico internista puede ayudarle a definir sus necesidades de calorías por día de acuerdo a su actividad física, género y edad. 

Cuidar y mantener la salud requiere un esfuerzo consciente por entender lo que comemos. Saber leer las etiquetas nutricionales es una herramienta muy útil para este propósito.

miércoles, 8 de mayo de 2013

VACUNACION EN EL ADULTO


Asociamos frecuentemente la palabra "vacunas" con la infancia. Las vacunas se le ponen a los niños para prevenirles enfermedades, ¿cierto?
¡Claro que sí!
Pero las vacunas no son solamente para los niños.

Si no recibiste todas las vacunas, podrías contraer enfermedades como tosferina, varicela o influenza. Podrías tener enfermedades que hubieras podido prevenir. O peor aún, podrías contagiar a tus hijos.
Incluso si eres un adulto mayor de 50 años y no hay hijos pequeños en casa, las vacunas pueden ayudar a evitar enfermedades que siendo adulto pueden ser más severas.

¡Pero si a mí me pusieron todas las vacunas cuando era niño!

La protección que brindan las vacunas decae con el tiempo. Aunque te hayan vacunado de pequeño, quizás necesites vacunarte nuevamente de adulto.
Un ejemplo es la tosferina. La protección de la vacuna contra la tosferina desaparece con el tiempo. Los adultos necesitan una vacuna de refuerzo para protegerse a sí mismos y a sus hijos.


Les anexo las recomendaciones según el centro de control de enfermedades (EEUU), que en algunas cosas difiere de las cartillas de vacunación para adultos de México, pero las menciono como referencia ya que son más amplias en el sentido de protección que las guías de vacunación nacionales para adultos.


Vacuna contra la influenza

La influenza es una enfermedad viral, que causa cuadros similares a la gripa, solo que puede llegar a ser mucho más sintomática (mas intensa)

Se aplica anualmente.
Las recomendaciones en México dicen que se aplique solo a mayores de 60 años, pero en realidad puede aplicarsela cualquier persona mayor de 6 meses de edad que desee adquirir la protección. Es una vacuna que tiene los tres virus de influenza que se considera van a ser los más frecuentes en una región y en un año determinado.


Vacuna contra Tétanos-Difteria (Td) o Difteria-Tosferina-Tétanos  (DPaT)

Idealmente todos los adultos hasta los 64 años de edad deberían tener la vacuna DPaT aplicada una vez después de los 19 años, y posteriormente los refuerzos son cada 10 años con la vacuna Td.
La vacuna Tdap es la primera vacuna para adolescentes y adultos que protege contra la tosferina, el tétanos y la difteria. 

Otras vacunas que son útiles en algunos adultos son:
Hepatitis B   (HepA) 
Necesita esta vacuna si tiene un factor de riesgo específico de contagiarse la infección por el virus de la hepatitis A, o si simplemente desea estar protegido contra esta enfermedad. 
La vacuna se aplica en 2 dosis, la segunda de 6 a 18 meses después de la primera.

Hepatitis B   (HepB) 
Necesita esta vacuna si tiene un factor de riesgo específico de contagiarse la infección por el virus de la hepatitis B, o si tan solo desea estar protegido contra esta enfermedad. Se aplica en 3 dosis, por lo general en un plazo de 6 meses.

Sarampión, paperas y rubéola    (MMR) 
Tal vez. Necesita al menos 1 dosis de MMR si nació en 1957 o después. Es posible que también 
necesite una segunda dosis.

Neumococo (neumonía)
Tal vez. Necesita 1 dosis de esta vacuna a los 65 años de edad (o mayor) si nunca lo han vacunado, o si 
ya lo vacunaron anteriormente por lo menos 5 años antes, cuando tenía menos de 65 años de edad. 
Hable con su médico para saber si necesita esta vacuna.

Herpes zóster 
Tal vez. Si tiene 60 años de edad o más se debe aplicar ahora una dosis única de esta vacuna.

Como ven, hay muchas razones para cuidarse, y una de las formas para cuidarse es la aplicación de las vacunas que corresponden. Recuerden que si padecen alguna enfermedad infecciosa no se sugiere aplicarse vacunas. ¡Consulte a su médico!


miércoles, 1 de mayo de 2013


EL INDICE GLUCEMICO

Cuando tomamos cualquier alimento que contenga carbohidratos, los niveles de glucosa en sangre se incrementan gradualmente según la velocidad con que se digieren y asimilan los almidones y azúcares que contienen. Esta velocidad depende del tipo de nutrientes que los componen, de la cantidad de fibra presente y de la composición del resto de alimentos presentes en el estómago e intestino durante la digestión.

Estos aspectos se valoran a través del índice glucémico de un alimento.

¿Qué es el índice glucémico (IG)?
Es la relación entre el área de la curva de la absorción de la ingesta de 50 gr. de glucosa pura a lo largo del tiempo, con la obtenida al ingerir la misma cantidad de un alimento.
Dicho de forma sencilla, el IG es que tan rápido se absorben los azúcares de un alimento comparado con la velocidad con la que se absorbería la glucosa.


A pesar de ser bastante complicado de determinar, su interpretación es muy sencilla: los índices elevados implican una rápida absorción, con una consecuente subida rápida de los niveles de glucosa en sangre; mientras que los índices bajos indican una absorción pausada y una elevación gradual de la glucosa en sangre.

Este índice es de gran importancia para los diabéticos, ya que deben evitar las subidas rápidas de glucosa en sangre. Por ello los diabéticos deben procurar consumir alimentos con índices glucémicos bajos.

Es obvio que hay alimentos y bebidas con índices glucémicos altos, que los diabéticos deben evitar. Por ejemplo, los refrescos (IG 72), o las jaleas de dulce (IG 80), pero hay que tener cuidado porque también muchos alimentos naturales, no procesados, tienen IGs altos.


Por ejemplo, la frutas y verduras son buenas, pero el melón tiene un IG de 72, igual a los refrescos, la papa horneada tiene un IG de 85 y el betabel tiene un IG de 64.

Y hay opciones de frutas, verduras, pastas y de todos los demás grupos de alimentos que tienen IGs bajos, siendo por ello mejores para la dieta de un diabético. Claro, cuidando las porciones, que sean del tamaño apropiado.

Por eso los diabéticos deben conocer los IG de los alimentos que consumen para poder ajustar su dieta a aquellos alimentos con IG bajos que sean del agrado personal de cada paciente.

En la página http://www.nutrinfo.com/pagina/gyt/graficos/glyctabl.pdf pueden hallar unas tablas de IG clasificadas por grupos de alimentos.

Conocer la diabetes y nuestro cuerpo nos puede ayudar a llevar una vida más sana, libre de complicaciones.

En caso de duda, ¡Consulte a su internista!


miércoles, 16 de enero de 2013

ALGUNOS MITOS Y REALIDADES DE LA DIABETES



MITOS Y REALIDADES DE LA DIABETES

La diabetes es una enfermedad muy común en México. La ENSANUT (Encuesta Nacional de Salud y Nutrición, 2006) reflejó que en México había entre 6.5 y 10 millones de diabéticos. ¡Esto es igual a decir que uno de cada 10 mexicanos mayores de 20 años es diabético!


Pero a pesar de ser una enfermedad tan común, hay poca información y muchas ideas populares que no siempre están apegadas a la realidad. Para un diabético entender su enfermedad es la mejor y única forma de poder controlarla. Por ello les comparto hoy algunos mitos de la diabetes:

1) La diabetes aparece por comer muchos dulces, por un susto o un coraje.
FALSO: La diabetes tipo 2 es una enfermedad causada por una combinación de predisposición genética (herencia) y factores del estilo de vida de las personas. Todo lo que comemos puede convertirse en glucosa (azúcar de la sangre) por lo que comer grandes cantidades de alimentos, sean dulces o no, puede favorecer que una persona desarrolle diabetes. Los enojos o sustos pueden evidenciar o descontrolar la enfermedad, pero el paciente ya la padece al momento de este evento, aunque no se haya dado cuenta.

2) Si no tengo síntomas no puedo ser diabético
FALSO: En realidad la diabetes puede estar presente y el paciente no tener, o no reconocer sus síntomas de la diabetes. La diabetes tipo 2 empieza con un proceso llamado resistencia a la insulina, que genera un estado de prediabetes y que eventualmente lleva a la diabetes. Este proceso puede tomar varios años durante los cuales el paciente puede no tener síntomas, aunque el proceso de la enfermedad esté activo y requiera tratamiento. En muchas ocasiones el paciente atribuye los síntomas de la diabetes a muchas otras causas, incluso a la edad, cuando en realidad es la diabetes la que los causa.

3) Me acaban de diagnosticar la diabetes: no puedo tener complicaciones
FALSO: Hasta un 25% de los enfermos recién diagnosticados tienen complicaciones, tales como daño en los riñones, en la retina, en los nervios o en el corazón y las arterias. Y la razón es simple: Muchos viven años enteros padeciendo diabetes antes de que la diagnostiquen. Si les acaban de decir que tienen diabetes o si nunca se han hecho una revisión es importante la valoración de un médico internista para buscarlas y en su caso darles un tratamiento integral.

4) Los diabéticos ya no pueden volver a comer las cosas que les gustan
FALSO: En realidad un diabético puede comer de todo, incluso cosas dulces, a no ser que haya alguna otra razón para no hacerlo, pero siguiendo siempre estas dos reglas: a) Comer en cantidades pequeñas y de forma muy esporádica los alimentos que pueden subir la glucosa (azúcar de la sangre), y b) sustituir algunos ingredientes, particularmente las grasas y los azúcares, por otros de menor repercusión al control de la diabetes. La razón por la que suele negarse el que un diabético coma todo tipo de alimentos es que muchos médicos no confían que el paciente pueda llevar una alimentación sana, o es el paciente mismo quien no se siente capaz de ceñirse a un estilo de alimentación donde limite este tipo de alimentos. Un  médico internista puede ayudarles a entender cómo diseñar una forma de alimentación más sana y orientarlos para poder hacer estos cambios de forma que se vuelvan un nuevo hábito.

5) Para mejorar mi diabetes debo hacer mucho ejercicio y perder mucho peso
FALSO: Hacer actividad física de forma regular ayuda a mejorar el control de la diabetes, perder peso, reducir la presión arterial y mejorar la respuesta del cuerpo a la insulina (propia o inyectada), pero para obtener este beneficio no es necesario hacer grandes esfuerzos. Por ejemplo, caminar a paso moderado por 30 minutos de lunes a viernes ayuda mucho al control de la diabetes y puede reducir incluso la necesidad de medicamentos. Sin embargo no se sugiere iniciar actividad física sin haber tenido una revisión previa por su médico internista. No es necesario perder mucho peso: una pérdida modesta (5-7%) es suficiente para mejorar el control de la diabetes. Su médico internista puede ayudarle a definir una meta viable y una estrategia conjunta para perder peso (y no recuperarlo).

Los internistas somos los médicos especializados en la salud de los adultos. Vemos y manejamos todas las enfermedades crónicas como diabetes o hipertensión pero también nos  interesa dar un manejo integral donde podamos prevenir las enfermedades de los adultos; por ellos los internistas somos la mejor opción para ayudarles a mantener o recuperar su salud. 

Para más información y comunicarse conmigo pueden seguirme a través de mi página en Facebook (https://www.facebook.com/DrEverFernandez) o en este blog donde estaremos dando cada semana información científica y recomendaciones para el cuidado de la salud, control de peso, ejercicio y manejo de varias enfermedades.

En caso de duda ¡Consulte a su internista!